Linda Ginzel, profesora de la Universidad de Chicago, se convirtió en activista de los consumidores después de que su hijo Danny, de 16 meses, muriera estrangulado por una cuna portátil retirada del mercado en su guardería de Lincoln Park. Danny era el quinto bebé que perdía la vida en la Playskool Travel-Lite.
La muerte de su hijo motivó a Ginzel a pasar los últimos 10 años luchando por que se realicen pruebas más exhaustivas de los productos infantiles antes de que salgan al mercado. Fundó Kids in Danger, una organización sin ánimo de lucro comprometida con la seguridad de los productos infantiles. Sus esfuerzos y su historia han llevado a la creación de la Ley de Danny, que exige a la Comisión de Seguridad de los Productos de Consumo de Estados Unidos (CPSC) que aplique normas de seguridad más estrictas a los productos duraderos de puericultura.
Si su hijo ha sido lesionado o ha perdido la vida como resultado de un producto defectuoso, póngase en contacto con los abogados de lesiones de productos de Chicago en Staver Accident Injury Lawyers, P.C. inmediatamente llamando al (312) 236-2900.
La idea que subyace a la Ley de Danny es garantizar que los productos infantiles sean seguros antes de que se pongan a la venta para evitar en lo posible las retiradas de productos y las lesiones. Además, la ley obliga a los fabricantes a incluir tarjetas de registro con franqueo pagado para que los padres puedan ser notificados fácilmente en caso de retirada.
Los fabricantes tendrán que conservar las tarjetas de registro durante al menos seis años y colocar en cada producto su nombre, datos de contacto, nombre y número del modelo y fecha de fabricación. Los cambiadores, las cunas completas, los portabebés, las bañeras infantiles, los cochecitos y las cunas son algunas de las 18 categorías de productos afectadas por esta ley.
Todos los padres que compren productos fabricados después del 28 de junio de 2010 recibirán una tarjeta de registro que podrán rellenar y enviar por correo o registrarse en línea. Sus datos solo se utilizarán para notificarles si se retira el producto y nunca con fines de marketing.
Ginzel explicó que la madre que donó la cuna que acabó con la vida de Danny no sabía que había sido retirada del mercado. Si se le hubiera notificado la retirada, la vida de Danny podría haberse salvado. Ginzel cree que la Ley de Danny tiene la oportunidad de mejorar la red de seguridad de los productos en Estados Unidos.
Si su hijo ha resultado lesionado o ha fallecido a causa de un producto infantil defectuoso, póngase en contacto con los abogados especializados en lesiones por productos defectuosos de Staver Accident Injury Lawyers, P.C. de inmediato. Ellos investigarán los detalles de su caso específico para ayudarle a obtener la compensación a la que puede tener derecho.
Llame al (312) 236-2900 para una consulta gratuita de su caso.
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