Por desgracia, los accidentes de tráfico son una de las principales causas de muerte en Estados Unidos. Este es un triste hecho de la vida en una sociedad que se construye en torno al transporte en vehículos privados. Las estadísticas de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras reflejan que 924 muertes ocurrieron como resultado de accidentes automovilísticos en Illinois en 2014. Esto supuso una reducción con respecto a 2013, cuando se produjeron 991 víctimas mortales de tráfico. Sin embargo, y a pesar de esta reducción en las muertes de tráfico entre 2013 y 2014, esto equivale a 7,17 personas muertas por cada 100.000 residentes de Illinois que murieron en accidentes de tráfico sólo en 2014.
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Perder a un ser querido en un accidente de tráfico es una tragedia inimaginable. La carga emocional para los familiares supervivientes puede ser abrumadora: un cónyuge que de repente se queda sin su pareja, unos hijos obligados a crecer sin uno de sus padres y unas familias que cambian para siempre.
El duelo tras un accidente mortal puede ser profundo y duradero. Las familias pueden enfrentarse a cumpleaños, vacaciones e hitos sin la persona que han perdido, a menudo luchando por procesar lo repentino e injusto del suceso.
Pero más allá del dolor, los accidentes mortales suelen acarrear graves dificultades económicas. Si la víctima era el principal sostén de la familia, su pérdida puede dejar a las personas a su cargo luchando por mantenerse a flote. Un progenitor soltero puede tener que reincorporarse al mercado laboral o trasladar a sus hijos a escuelas más asequibles.
Las familias pueden verse obligadas a trasladarse a una casa o apartamento más pequeño, incapaces de hacer frente a los gastos de manutención anteriores. Un cónyuge en duelo puede verse obligado a retrasar su jubilación o a vender sus bienes para poder llegar a fin de mes. En resumen, los efectos de un accidente mortal no sólo son emocionalmente devastadores, sino que pueden ser económicamente catastróficos.
Para ayudar a las familias a recuperarse del impacto financiero de un accidente mortal, la ley de Illinois permite a los supervivientes solicitar una indemnización a través de una demanda por homicidio culposo. Estas reclamaciones pueden proporcionar tanto daños económicos como no económicos al cónyuge y a los familiares del fallecido.
Según la ley de Illinois, los familiares supervivientes también pueden reclamar una indemnización por duelo, pena y sufrimiento mental. Estos daños no económicos son determinados por un jurado y reflejan lo que se considera una compensación justa y equitativa por el impacto emocional de la pérdida.
Si su cónyuge, pariente o ser querido ha muerto en un accidente automovilístico, entonces por favor acepte las sinceras condolencias de los abogados con experiencia en accidentes automovilísticos de Staver Accident Injury Lawyers, P.C.. Este es un momento terriblemente difícil y entendemos que su enfoque puede no estar en la búsqueda de sus recursos legales, pero estamos aquí para ayudarle a manejar esa parte de poner su vida de nuevo juntos.
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