Según la Administración Nacional de Seguridad Vial (NHTSA), se calcula que 42.795 personas murieron en accidentes de tráfico en Estados Unidos en 2022, una cifra ligeramente inferior a la máxima alcanzada en 2021, pero todavía alarmantemente alta. Aunque esta cifra pueda parecer asombrosa, es importante tener en cuenta que las muertes por accidentes de tráfico han disminuido significativamente en las últimas cuatro décadas, gracias a la mejora del diseño de los vehículos, a leyes más estrictas y a una mayor concienciación sobre la seguridad.
Pero, ¿qué ocurre cuando estos sistemas fallan o se ven implicados en un accidente? Conocer tus derechos legales es tan importante como conocer las características de seguridad de tu vehículo.
Los coches de hoy en día son algo más que simples medios de transporte: son máquinas de seguridad de alta tecnología equipadas con sofisticadas funciones diseñadas para evitar colisiones, reducir lesiones y salvar vidas. Estos avances han contribuido a reducir las lesiones graves y las muertes en carretera, incluso cuando el volumen de tráfico ha aumentado en los últimos años.
Pero aunque estas tecnologías cambian las reglas del juego, no son perfectas. Un mal funcionamiento, un error del usuario o una dependencia excesiva de la automatización pueden provocar accidentes graves. Por eso, entender cómo funcionan estos sistemas -y cómo influyen en la responsabilidad después de un accidente- esfundamental si quieres presentar una demanda por lesiones.
Si va a comprar un coche nuevo o usado, preste atención a estos modernos dispositivos de seguridad, muchos de los cuales ya son de serie o están ampliamente disponibles:
El control de crucero adaptativo (ACC) va más allá del control de crucero tradicional, ya que utiliza radares, cámaras y sensores para detectar la velocidad y la distancia de los vehículos que circulan por delante. Acelera o decelera automáticamente para mantener una distancia de seguridad. Muchos sistemas avanzados integran ahora también la función de parada y arranque, lo que los hace útiles en el tráfico denso de Chicago, donde es necesario frenar con frecuencia.
El frenado de emergencia automático detecta una colisión inminente y aplica los frenos, a veces más rápido de lo que lo haría un ser humano. Funciona en tándem con la alerta de colisión frontal (FCW) para reducir la gravedad de la colisión o evitar el impacto por completo.
El sistema AEB es especialmente útil en las colisiones por alcance, que son uno de los tipos más comunes de accidentes de coche en zonas urbanas como Chicago. Los estudios del Instituto de Seguros para la Seguridad en Carretera (IIHS) demuestran que el AEB puede reducir a la mitad las colisiones por alcance, y muchos fabricantes de automóviles están incorporando esta función de serie en sus nuevos modelos.
Estos sistemas están diseñados para combatir las colisiones relacionadas con el desvío de carril, que pueden producirse por distracción, fatiga o mala visibilidad. El aviso de salida de carril (LDW) alerta al conductor -normalmente mediante vibraciones, sonidos o señales visuales- si el vehículo se desvía de su carril sin señalizarlo. El asistente de mantenimiento de carril (LKA) puede reconducir suavemente el vehículo a su carril.
Estas tecnologías son especialmente valiosas en trayectos largos por autopista o en vías rápidas con mucho tráfico, como la Dan Ryan o la I-90, donde los cambios repentinos de carril o los virajes involuntarios pueden provocar colisiones múltiples.
El ESC utiliza sensores que controlan el ángulo de giro de la dirección, la velocidad de las ruedas y el movimiento lateral para detectar cuándo un vehículo puede derrapar o sufrir un trompo, por ejemplo, en un viraje brusco, en carreteras heladas o en una curva cerrada. A continuación, aplica los frenos a las ruedas individuales para ayudar a recuperar el control.
Esta función es obligatoria en todos los vehículos de pasajeros desde 2012, pero su eficacia no se puede exagerar. Según la NHTSA, el ESC reduce el riesgo de accidentes de un solo vehículo hasta en un 50 %, especialmente los provocados por la pérdida de tracción en condiciones meteorológicas adversas, algo que los conductores de Chicago conocen muy bien durante el invierno.
Los faros adaptativos mejoran la visibilidad nocturna pivotando en el sentido de la marcha al tomar curvas o superar pendientes. Esto mejora el tiempo de reacción al iluminar una mayor parte de la carretera, lo que puede ser crucial en zonas residenciales mal iluminadas o en sinuosas carreteras suburbanas.
Estas luces también pueden ajustar el brillo en función de las condiciones del tráfico, lo que ayuda a evitar el deslumbramiento de los conductores que circulan en sentido contrario y reduce el riesgo de colisiones nocturnas.
Aunque las nuevas tecnologías acaparan gran parte de la atención, los dispositivos de seguridad tradicionales también se han mejorado a lo largo de los años:
Aunque los sistemas de seguridad avanzados pueden reducir el riesgo de accidente, no son infalibles. Si usted ha sido herido en un accidente, ya sea debido a la negligencia de otro conductor o un fallo del sistema del vehículo, es crucial hablar con un abogado con experiencia en lesiones que entiende cómo los factores tecnológicos en la responsabilidad y daños.
En Staver Accident Injury Lawyers, P.C., ayudamos a las víctimas a través de Chicago, Aurora, Elgin, Hinsdale, Joliet, Naperville, y Waukegan a buscar compensación después de accidentes graves. Si su accidente involucró tecnología autónoma, un defecto del vehículo o un conductor que no actuó responsablemente, estamos aquí para guiarlo a través del proceso legal.
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